Mientras dure el sol...
El tiempo cambia, se trasforma, se diluye y nos lleva a refugiarnos en las entrañas del salón al calor del fuego de la chimenea o del brasero, las faldillas nos tapan y nos acogen como si fuéramos niños.
Nos deprime? a mà no, no me asusta no me deprime, siempre echamos de menos aquello que no tenemos.
Hasta el verano!!!
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